La importancia del triunfo inapelable de Mamdani a la Alcaldía de Nueva York y la consiguiente derrota de Trump, quien a última hora volcó su apoyo infructuoso al viejo alcalde Demócrata Cuomo para evitar el triunfo de un socialista, es enorme y no radica tanto en el triunfo electoral del joven migrante ni en la viabilidad de su programa que propone impuestos para los ricos y beneficios sociales a los más pobres sino en el hecho de que el pueblo y la clase trabajadora de una de las ciudades más importantes de EEUU y del mundo resolvió dar la espalda a los republicanos en el poder (7% del electorado en estas elecciones) y al sector más reaccionario de los Demócratas que ya había perdido en las primarias y corría como independiente.
Con su voto el pueblo de Nueva York buscó y obtuvo una alternativa por la izquierda a la difícil situación económica que viven a diario, agravada por el cierre del Gobierno y la reducción de las prestaciones sociales: el cheque del servicio social que permite que millones de familias lleguen a fin de mes en el país más rico del mundo y que este mes no llegará por culpa del cierre del gobierno y el nulo interés de Trump por garantizar su entrega. .
La importancia de estas elecciones es que demostró que el movimiento No King contra Trump y la ultraderecha yanqui es profundamente político.
Es una demostración de que la resistencia a las corridas migratorias sigue muy viva a pesar de los esfuerzos de Trump por seguir con ellas luego de que Musk -el magnate más rico del planeta- debiera abandonar el Gobierno por el descontento popular en su contra y la crisis de la extrema derecha en el poder.
La crisis de Maga (el movimiento ultraderechista construido por Trump) es un hecho. Por eso fue incapaz de trasladar su activismo reaccionario a la contienda en Nueva York. En cambio, gran parte del triunfo de Mamdani se lo debe a los miles de jóvenes que se sumaron entusiastas a su campaña.
Maga asiste por estos días a una furiosa crisis interna entre un ala que le pide a Trump centrar sus esfuerzos en encarar la crisis interna (Carson en parte apoyado por la Heritage Foundation) de la primera potencia del mundo y otra (el sionista Shapiro ) que insiste en atizar una situación mundial que está lejos de ser controlada por las agresivas acciones del Gobierno y la trenza neo conservadora que forman republicanos y demócratas en el poder.
En resumen, la derrota de Trump en estas elecciones parciales ha sido notoria y para los trabajadores representa un gran triunfo . Una derrota que debe ser extendida a la propia dirección Demócrata que se negó a apoyar la campaña de Mamdani.
El pueblo de Norteamérica esta ahora frente a un desafío enorme pero totalmente posible a corto plazo de cumplir. Derrumbar el viejo régimen bipartidista al servicio de las trasnacionales en el poder que fue diezmado primero desde la extrema derecha con Trump durante su primer gobierno y ahora desde la izquierda. Es ese el camino para conquistar su urgente y necesaria independencia política que solo es posible con la construcción de un verdadero partido socialista revolucionario de masas que cambie de raíz a EEUU y con ello al mundo entero. Lo de ayer o se convierte en el primer paso en ese camino o de lo contrario quedará preso en la decepción que implicaría hablar de socialismo pero en la práctica seguir con el capitalismo decadente y agresivo de la primera potencia del mundo.
La respuesta deberá venir desde abajo o no vendrá.
Con movilización e independencia política es posible cumplir con ambas tareas y así avanzar hasta conquistar un auténtico gobierno de los trabajadores y trabajadoras… y para los trabajadores y trabajadoras.
