Nos dicen que “no hay plata”, que el Estado tiene que “ajustarse el cinturón” y que “hay que ser responsables con el gasto”. Pero esa historia es una mentira. Una mentira que repiten todos los candidatos del régimen, desde Kast hasta Jara, desde la derecha hasta el gobierno. Detrás del discurso de la “responsabilidad fiscal” se esconde una gran estafa: que los ricos ganen más y el pueblo pague la crisis.
Mientras recortan en salud, educación y vivienda, el Estado sigue entregando miles de millones a los grandes empresarios. Las mineras, los bancos y las AFP siguen acumulando ganancias históricas, mientras a las familias trabajadoras les dicen que “hay que apretarse el cinturón”. En 2024, el gasto del Gobierno Central fue de casi el 25 % del PIB. No es falta de recursos: es una cuestión de a quién se benefician esos recursos.
Solo en beneficios tributarios —exenciones y franquicias que favorecen a las grandes empresas— el país deja de recaudar más de 10 mil millones de dólares cada año, el doble del déficit fiscal proyectado para 2025.Y si sumamos la evasión y elusión, la cifra supera los 30 mil millones de dólares, más de lo que el Estado gasta en salud y educación combinadas.
¿Quién manda sobre el presupuesto?
No es la economía, es la burguesía.
El FMI, los bancos y los grandes grupos económicos dictan las reglas del juego: mantener el “equilibrio fiscal”, pagar la deuda, asegurar las ganancias del capital financiero. Cuándo hablan de “ajuste”, lo que realmente dicen es: más plata para los ricos, menos derechos para el pueblo.
El ajuste no es una medida técnica, es una política de clase. Cada vez que cae la tasa de ganancia o se tensa la economía, las clases dominantes buscan recomponer sus márgenes descargando el costo sobre nosotros. Así funciona su “modelo de desarrollo”: el Estado garantiza la rentabilidad del capital, incluso cuando eso significa recortar derechos y precarizar la vida.
Mecanismos de la estafa
El ajuste tiene sus propios canales de transferencia al capital:
• Subsidios y exenciones: el Estado canaliza miles de millones en franquicias tributarias, concesiones y subsidios al gran empresariado.
• Condicionalidad por la deuda: los acreedores y el FMI exigen metas fiscales y reformas regresivas que subordinan el gasto social a los intereses del capital financiero.
• Blindaje cambiario: el Banco Central interviene para proteger a exportadores y especuladores, no a las familias trabajadoras.
• Negocio de la deuda pública: los bancos, AFP y fondos de inversión lucran comprando bonos del Estado. Cada punto extra de tasa de interés significa miles de millones en ganancias para ellos.
Así, el ajuste no solo “tranquiliza a los mercados”: los alimenta.
Todos los candidatos del régimen defienden el mismo plan
No hay diferencias de fondo entre quienes aplican el ajuste de golpe y quienes lo hacen paso a paso. Kast y Kaiser prometen recortes brutales, Matthei y Parisi hablan de “ordenar el gasto”, Jara promete “austeridad responsable” y profundiza el extractivismo para sostener el equilibrio fiscal. Cambian los discursos, pero la política es la misma: ajuste para el pueblo, ganancias para el capital.
Mientras tanto, el gobierno aumenta el presupuesto en seguridad —más de 15 % acumulado desde 2022— para blindar el orden de los ricos, mientras el gasto real en salud y educación cae o se estanca. Nos dicen que hay que “proteger las cuentas públicas”, pero en realidad están protegiendo las cuentas bancarias de los empresarios.
Frente al ajuste: unidad y lucha
No podemos aceptar que la crisis la siga pagando el pueblo. Hay que decirlo con claridad: no falta dinero, sobran ladrones y cómplices del capital. Porque el ajuste no es inevitable. Es una decisión política del régimen al servicio de los de arriba. Solo la organización y la lucha de las y los trabajadores puede frenarlo y abrir el camino a un gobierno propio del pueblo, que gobierne en función de nuestras necesidades y no de las ganancias del capital.
✴️ ¡Ni austeridad para nosotros, ni privilegios para ellos.✴️ ¡Que la crisis la paguen los empresarios, no las familias trabajadoras!✴️ ¡Ruptura con el FMI y fin de los subsidios al gran capital!✴️ ¡Nacionalización de la minería y los recursos naturales para financiar derechos universales!
